campo dei mori

Una vez ya bebidos y comidos en "il paradiso perduto" podemos continuar descubriendo los inumerables secretos que encierra esta incomparable ciudad.Si salimos del local y nos vamos hacia la derecha otra vez por la fondamenta della misericordia la recorreremos hasta llegar a la calle larga que queda a la derecha de la fondamenta.Cogemos esa calle larga que afortunadamenmte es mas bien corta y nada mas cruzar un pequeño puente os encontrareis en el campo dei mori o de los moros,otro de esos sitios imprescindibles de Venecia y un remanso mas de paz en el trajin continuo que inunda a la ciudad.
Elnombre que recibe esta plaza es bien sencillo de entender.Al parecer antiguamente aqui tenian su residencia una familia de mercaderes musulmanes cuyas estatuas aparecen en algunas de las esquinas del campo como podeis apreciar en laas fotos de abajo

Pero de entre todas esas estatuas la que mas os llamara la atencion sera la de Antonio Rioba.Algunos dicen que era el sirviente de los hermanos moros,pero lo cierto es que su estatua contiene una singularidad ciertamente curiosa:su nariz es de hierro como podeis apreciar en las fotos.Por cierto que la segunda estatua utiliza como turbante un capitel reciclado y se encuentra situada justo al lado de la casa natal de Tintoretto

Es este un personaje y una estatua muy querida por los venecianos puesto que durante siglos la utilizaron como mural de protesta ante las injusticias que se cometian en la ciudad.De este modo cuando alguien queria denunciar una injusticia dejaba un papel en la estatua como reivindicacion.Un poco parecido a lo que ocurria con la estatua del pasquino en Roma....de donde viene la palabra "Pasquin"

Arriba podeis contemplar una foto del pasquino romano
Señalar por ultimo, que pese al deterioro de estas bellas estatuas hoy en dia erosionadas y casi olvidadas,en su momento estuvieron policromadas y mostraban unos colores vistosos
Tambien recordaros que justo al lado de este campo se encuentra la corte del cavallo en la que se construyo la estatua del caballo de Colleoni de la que os hable en otra entrada